“Contamos con mejores medios que nunca y la incomunicación es la regla y no la excepción en el seno de las organizaciones” Luis Miguel Díaz-Meco

Luis Miguel Díaz-Meco es licenciado en Periodismo y Máster en Dirección de Comunicación. Con una dilatada experiencia en distintos medios de comunicación, durante los últimos 11 años, ha ocupado diferentes responsabilidades en el ámbito de la comunicación en el seno del Ayuntamiento de Valdemoro (Madrid).

En 2010 creó un blog (www.lmdiaz.com) sobre el mundo de la comunicación, con especial interés por el entorno 2.0.

Es miembro del claustro del Centro para el Alto Rendimiento y el Éxito Político (CAREP) e imparte clases de comunicación digital en diversos centros y escuelas de negocio.

Colaborador habitual, con artículos sobre comunicación y entorno digital, en multitud de revistas y publicaciones especializadas: Wolter Kluwer España, Zyncro, INESEM, Dircom, Negocios & Management, Más Poder Local…

Además, fruto de su formación en Relaciones Internacionales (Máster y cursos de Doctorado), es profesor del Máster en Dirección de Negocios Internacionales de la Universidad Pontificia de Comillas (ICADE) y, durante 10 años, fue docente de la Escuela de Negocios Aliter.

¿Crees que las empresas se toman en serio su presencia en internet?

El problema es que la mayor parte de las empresas carecen de una estrategia de comunicación. No se han planteado cuáles son sus objetivos, ni por qué es necesaria o no su presencia en internet. Inician acciones dispersas, discontinuas, que -lógicamente- no obtienen buenos resultados.

 Más allá del diseño de la web, del blog como excelente medio para crear una comunidad y compartir historias interesantes para tus públicos, de diseñar una estrategia de marketing de contenidos, de apoyarte en la publicidad o de estar o no presente en determinadas redes sociales, la ecuación inicial que deberíamos plantearnos es mucho más sencilla: actitud + estrategia = resultados. 

¿Por qué está costando esta aproximación de las empresas al mundo online?

Cualquier cambio de hábitos siempre es complicado. Como recoge Eduardo Punset, en su libro El viaje a la felicidad: “La novedad no es bienvenida. El terror del cerebro a adaptarse a nuevas reglas del juego, el pánico a perder el control de la situación, la inercia de las costumbres (…) el peso de la tradición (…) se alían para poner obstáculos a la innovación y al cambio”.

A veces estos cambios llegan por la presión del entorno, del sector en el que nos movemos, por la inercia social… más que por el propio convencimiento tras un análisis de nuestras necesidades, medios y objetivos.

Cuanto más tardemos en dar este paso -estoy pensando en entornos conservadores, burocráticos, con aversión al riesgo- más oportunidades estaremos perdiendo.

¿Cómo se comunican las empresas con sus clientes?

Básicamente, las empresas se comunican mal. Paradójicamente contamos con mejores medios que nunca y la incomunicación es la regla y no la excepción en el seno de las organizaciones.

Nos dejamos deslumbrar por herramientas, aplicaciones, redes sociales corporativas… y olvidamos lo básico. Detrás de cada conversación hay personas, con sentimientos e intereses, y cada día más descreídas de los mensajes institucionales que les llegan de empresas y marcas.

Si acumulamos más y más evidencias de que los contenidos de determinadas empresas, centrados en ellas mismas, no funcionan, qué perdemos por variar la perspectiva y centrarnos en lo que realmente les interesa a nuestros clientes y no a nosotros. Si estableciéramos un símil gramatical: la primera persona del singular ya casi no se conjuga, ha dejado paso a la segunda del plural.

¿Cómo ves el futuro?

Apasionante, lleno de incertidumbres, novedades… que requerirán una adaptación constante por parte de las empresas y de los profesionales de la comunicación. Aquellos que sean capaces de responder y adaptarse, con mayor rapidez a los cambios, tendrán excelentes oportunidades. Los alérgicos a los cambios, ignorantes o timoratos…. lo pagarán caro.

CONOCIMIENTO

¿Sigue siendo el explorador de carpetas y documentos de Windows la herramienta que más se usa para el manejo de documentos?

En muchos entornos, sí. Las resistencias a los cambios son grandes y no solo por los directivos sino por los mandos intermedios que ven amenazas e inestabilidades donde solo deberían ver oportunidades de compartir talento y experiencias.

Las intranets, las antecesoras de las redes sociales corporativas, son una excelente opción si se aprovechan y se ponen al servicio de la organización. Si no, no dejan de ser un instrumento más.

COLABORACION

¿Sigue siendo el email la herramienta más utilizada para la colaboración?

Todavía, me temo que sí. Se trata de una excelente herramienta que solemos utilizar mal, desvirtuamos su uso al utilizarla para casi todo, con lo que malgastamos tiempo y recursos.

¿Se emplea alguna solución en la nube para tal fin? ¿Cuál?

Si la conversación, el entorno digital, las redes sociales… ya provocan recelos y miedos en empresas tradicionales u organizaciones políticas, la nube supone hablar de física cuántica a personas sin una formación previa en este campo. La información aún se considera en muchos entornos como un bien preciado que conviene custodiar, sin compartir, cuanto más cerca mejor y con una seguridad tangible. No es que no se utilice; en la mayoría de empresas ni se ha planteado.

COMUNICACIÓN CON EQUIPO INTERNO

¿Cómo se comunican las direcciones de las empresas con los empleados?

Poco y mal. La comunicación interna siempre ha sido la gran olvidada de la comunicación corporativa, a pesar de que en su interior encierra tesoros. Todo el mundo coincide en que el entorno actual requiere, más que nunca, empleados motivados, con talento, implicados en el presente y futuro de la empresa, productivos… Y todo ello se puede alentar y favorecer con una buena estrategia de comunicación interna.

Pero como si de una cuestión esotérica se tratase, tenemos el problema, aunque muchas veces tampoco somos conscientes de él, y la posible solución pero no acabamos de ponerlos en común.

¿Qué herramientas utilizan? ¿email? ¿noticias, foros, blogs?

Las herramientas son lo de menos, en mi opinión. Con la necesaria actitud y el propósito adecuado, no es necesaria una sofisticada red social corporativa. Para muchas PYMEs, el correo electrónico y archivos compartidos, incluso el uso de mensajería instantánea, es más que suficiente para montar una buena estrategia de comunicación interna.

La clave está en cómo se maneja la información, cómo se pone al servicio de los empleados, qué lecciones se pueden obtener de las sugerencias que nos trasladen estos y cómo sumar todos estos recursos en favor de la mejora de la empresa.

¿Y los mandos intermedios? ¿jefes de equipo? ¿jefes de proyecto? ¿realizan algún tipo de comunicación?

En muchos casos son clave. De ellos depende que la transmisión de información, en ambas direcciones, sea fluida y eficiente. Además les corresponde una impagable labor de movilización y concienciación. Si los tienes como aliados, tu estrategia puede ser un éxito. Si los tienes enfrente, olvídate y piensa en cómo ganártelos.

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